Preparación: – Milena Camacho Rincón

Para esta preparación es ideal tener un cuerpo, o por lo menos imaginar que se tiene uno, tan blando como el pan ensopado, que es capaz de expandirse, contraerse, quebrarse y es sobretodo capaz de absorber.

Al imaginarnos como este trozo de pan adquirimos varias capacidades, somos múltiples, estamos un paso más cerca de la cocina que, como un hecho cultural, rebasa las capacidades de los cocineros y de los investigadores solitarios.

La olla es un símbolo que politiza lo domestico.

En la esquina de la cocina encontré a un niño desgranando arvejas. María del Tránsito Díaz lo había sentado allí para que no hiciera males. La señora tránsito le había explicado con una vaina de alverja en la mano diciendo “usted coge y hace esta operación” mientras sacaba las pepitas frescas. Al inicio muchas salieron volando debajo de la nevera, pero al igual que muchos niños, aprendió rápido a defenderse en la cocina.

Y es que si no hay quien haga el sancocho, no hay sindicato, y si no hay sindicato se les acabó la revolución.

entrevista con la artista

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